CAMPEONATO DE ESPAÑA DE MEDIA DISTANCIA, VALENCIA 21 junio 2016

Una semana después del Campeonato España Media Distancia, tranquila, me decido a escribir sobre la prueba, cuando puedo ser objetiva y transmitiros mis sensaciones y emociones.

Fue un Campeonato de 10 en todos los aspectos (antes, durante y después de la prueba),

hospedada en casa de un amigo y pupilo, Ramir (La Titan Desert hizo que nuestras vidas se cruzaran), me sentí como una reina durante los cuatro días que estuve en Valencia.

El día previo a la prueba reconocimos el circuito de la bicicleta (siempre que puedo lo hago para poder saber que me voy a encontrar y llevar la mente preparada). El recorrido en coche fue clave, ver la zona de la Sierra, visualizando cada subida y haciéndome un esquema de cuales eran las zonas más complejas. Aún he pasado pocas horas con la cabra, y menos en zonas con desniveles, por lo que me preocupaba la soltura con la que sería capaz de afrontarlos.

Se nos hizo tarde, por lo que decidí a mi pesar no entrenar la natación en la zona de la prueba, cambiándolo por comer tranquila y siesta. Por la tarde era la hora de dejar la Orbea Ordu en los boxes. Mi idea era nadar, pero el fuerte viento y el fresco que se levanto me llevó a tomar la decisión de no hacerlo. Ojo, muy raro en mi, pero he aprendido a lo largo de los años, que en esos momento prima más no coger frio y el descanso que entrenar. Esos diez o quince minutos de probar el agua realmente es más trabajo psicológico que otra cosa, pero creo hice lo acertado. La tarde termino con la reunión técnica para no dejar ningún cabo suelto y a casita a cenar. Me acosté lo antes que pude, me preocupaba levantarme a las 5 a.m, algo anormal en mi, quizás en algún viaje pero tengo el recuerdo que levantarme a esa hora me dejaba KO todo el día. Esa noche duermo regular, sueño que no duermo, ¡jajaja!, me despierto mucho. Me sorprende que cuando suena el despertador me levante sin sueño y concienciada para competir. No paso en ningún momento por mi cabeza “ofu ahora a competir”.

Llegamos a boxes a buena hora, para poder hacer las cosas tranquilamente. Una hora antes nos anuncian que es sin neopreno la prueba, ¡toma ya!, así la natación será más determinante, cosa que me favorece. Todo preparado, es el turno del calentamiento, tomo contacto en la playa con el mar, que ayer no lo hice. Cámara de llamadas, tengo uno de los últimos números el 128, pero justo hay un hueco donde quiero (en la esquina a la izquierda).

Suena el bocinazo de salida dos minutos tras los élites masculinos, rápida entro en agua, y noto que cometo el error de hacer el delfín con muy poca profundidad de agua (no corro entrando al mar como hace a mi lado Mabel Gallardo). Pienso “tranquila María”, rectifico y tomo el mando de la prueba, antes de llegar a la primera boya ya adelanto a algunos elites, al pasarlo empieza la fila de triatletas, pero veo que no van muy bien encarados a la segunda boya por lo que cojo por el interior y me dirijo hacia ella, la bordeo y ya hacia la playa. Ahí es cuando se pone la cosa más chunga para nadar, pero pienso “María sigue, hay que abrir el mayor hueco posible”, elimino de la mente los pensamientos negativos y sigo disfrutando nadando, se que lo estoy haciendo bien. Me pongo en horizontal y escucho las primeras voces “es una mujer, la primera”, me anima y encaro la larga recta de la T1. Visualizo donde esta la Ordu, los pasos a seguir y salgo de boxes. por delante quedan 82 km muy bien planeados, donde se que tengo que hacer. Los primeros km me pasan muchos elites, que van como balas, pienso “algún día espero ir fuerte de verdad como ellos”. Me concentro y empiezo a comer y a beber para que mi cuerpo pueda responder durante toda prueba. No se donde van las rivales, no tengo referencias pero en mi mente solo aparece la palabras “vamos María sigue, lucha, lucha, si quieren cogerte se lo vas a poner caro”. Sigo rodando y todo sigue igual, empiezo la zona de la Sierra y me sorprendo lo suelta que me encuentro, disfruto cada pedalada, cada vez que me levanto para cambiar de posición, escucho los ánimos del público y sigo concentrada siempre con una sonrisa en la cara. Una vez pasada el ecuador de la prueba, empiezo a pensar en los 21 km que vienen por delante, mi mente lucha con el dolor de piernas que ya empieza a aparecer y me digo “vamos María, a ellas también le deben doler, ¡sigue!”.

Entro en Valencia y siento que el vasto interno de la pierna derecha se me sube, pienso “ ¡ojo María!, aún queda mucho”. Transición lo más rápida que puedo y al salir de la T2 escucho que Mabel Gallardo esta entrando, calculo que le saco unos cincuenta segundos. Sigo concentrada a pesar de que el vasto interno me vuelve a decir hola, pero no le escucho y me concentro en la frecuencia de zancada y en ir suelta. Hace mucha calor ya, el primer avituallamiento lo recibo como un regalo, bebo pequeños sorbo y me mojo la cabeza (sin pasarme) y brazos (para hidratarme por la piel). Se que estos pequeños detalles van a marcar la diferencia. Sigo muy concentrada, pero se me hace largo el punto de giro km 10. Allí cojo referencias con mis rivales Mabel y Nuria Rodriguez, en torno a dos minutos. No puedo aflojar, se que si mantengo el ritmo el Campeonato es mio, pero aún queda la mitad de los km. ¡Qué calor!, sigo trabajando la mente diciéndome palabras de refuerzo y positivas “sigue, vamos, esto es tuyo, frecuencia, lucha”. Los avituallamientos sientan de maravilla, poder refrescarse y saber que ya quedan menos km alivian el esfuerzo. Una vez pasado el último, se que ya es mio el titulo. Empiezo a pensar en toda la gente que esta detrás de este Campeonato, que han creído en mi más que yo misma, que han remado para que cada día sea mejor. Qué bien sabe cuando hay tanta gente detrás, pienso “¡es nuestro!”. Recta final llena de público, aminoro la marcha, disfruto, sonrió más aun, me dejo llevar y pienso “Sí María, todo esfuerzo merece la pena”. Cruzo meta y decido tirarme al suelo para tener un momento de paz conmigo misma y silencio en la mente. Finalmente segunda es Nuria Rodriguez y tercera Mabel Gallardo, enhorabuena chicas el titulo me lo habéis puesto caro. Aunque fue un Campeonato donde faltaron algunas de las cracks de la distancia, al coincidir con la mítica prueba de Zarautz, para mi el titulo obtenido me supo a gloria.

Quiero dar la enhorabuena a los 1000 triatletas que participaron y por supuesto a la organización, todo estuvo de matricula. Sin duda Valencia estará siempre en mi corazón.

Para celebrar el Campeonato: paella Valenciana junto a los míos que estuvieron a mi lado.

Muy feliz por conseguir otro titulo nacional, en otra disciplina nueva y por alcanzar el objetivo principal del año. Ahora a seguir aprendiendo y disfrutando con la media distancia.

Quiero daros las gracias por todas las muestras de cariño, ¡¡sois la bomba!!. Abrumada de tantos sms en las redes sociales y el teléfono. Siempre apoyando y animando, soy una privilegiada por teneros.

Por último no me quiero olvidar de los que me ayudan para hacer más fácil mi dedicación al mundo del deporte. Mis patrocinadores: Salud en Casa en Farmacias, ZambrusBikes, Berria, Spiuk, Doc2001, Kenyrunners, Bicicletas Aljarafe y a los colaboradores: Victory Endurance, Essax, Roodol, NatacioNCS, Totum Sport, Medilast Sport, Speedsix, La Caseta, Totum Sport, Paratifit, Clinica Acedo & Martin, Iberian Sportech, Sailfish, Nuon Sport, NatacioNCS y Check2.me.